lunes, 23 de marzo de 2009

LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS.

Los niños sin libertad.

Neill confiesa que la educación impuesta por el gobierno ignora casi por completo las emociones de la vida, cosa que conlleva el odio. Solo se educa el cerebro, dice: “si nos permitieran liberar las emociones y el intelecto, los niños se desarrollarían solos”.

Los adultos tienen muy clara la idea de que al niño hace falta educarlo de manera que ellos puedan vivir una vida tranquila, de esto viene que los niños se vuelvan dóciles.

Neill dice que el niño es bueno de nacimiento, que no hay niños problema sino padres y profesores problema. Neill opina que las nuevas generaciones podrán vivir en paz y libertad, si es que las generaciones actuales no destrozan el mundo.

Según Neill actualmente la vida es un curso entre los que niegan la vida y los que realmente creen en ella. De los que la niegan sale el niño problema y de los que en ella creen sale el niño sano.

Los niños libres.

Neill es partidario de educar a los niños en libertad y autonomía, que no es lo mimo que el libertinaje, que es dejar que el niño haga lo que quiera.

Piensa que hay padres que los confunden, que muchos padres son incapaces de comprender la diferencia que hay entre dejar a los niños en libertad y dejar que lo hagan todo. Lo ideal es que los niños tengan los mismos derechos que los adultos y eso aplicarlo en el colegio.

La educación de Summerhill, o sea, en libertad, demuestra que el niño libre es más sincero, dice lo que piensa sin miedo. Eso es muy bueno porque el niño crece sin miedo y pueden dar su opinión sin ninguna represión

Neill dice que las multitudes son conservadoras, y que eso les gusta a los adultos, porque ellos se aferran a lo viejos valores emocionales y reprimen la juventud. Los adultos no ven con buenos ojos la libertad de los jóvenes, porque tiene miedo de los nuevos valores. La eterna imposición de los valores de los adultos sobre los niños es un pecado contra la infancia.

Neill piensa que la sociedad es fascismo puro, que nos educan de pequeños de manera fascista para no ser libres e independientes. Pero también dice que la sociedad también se libera lentamente, cada vez hay menos prohibiciones y más libertad. En Summerhill se ha demostrado que la libertad es la solución, pero los viejos fascistas tienen miedo. Solo hay una minoría que cree en la verdadera bondad de los niños, a pesar de que Summerhill sea una prueba irrefutable.

El Amor y la aprobación.

Con amor y aprobación los niños se vuelven sinceros y libres. Los padres cometen un error al inculcarles creencias anticuadas. Sacrifican al niño al pasado.

Summerhill demuestra que con amor se consigue ser naturalmente bueno. No se podrá curar la sociedad si nadie impone la solución, el amor.

La aprobación y el amor hacen que el niño inconscientemente, no se encuentre solo, y así no hace falta buscar la aprobación de nadie, ya esta bien con el mismo.

El Miedo.

El miedo es un factor muy importante en la humanidad. El miedo en los hombres ha hecho que seamos más precisos. Este miedo, con la evolución del hombre ha aumentado, pero gracias a ella hemos evolucionado.

Neill distingue entre dos miedos, el miedo natural que podríamos atribuir al instinto de sobrevivir y luego están las fobias, donde el objeto temido es un símbolo.

El odio genera el miedo, cuando un padre riñe a un hijo, el hijo lo odia. Después con el tiempo este odio se convierte en miedo. Eso se evita con amor y comprensión.

La Inferioridad y la Fantasía.

Todos los niños pasan por la fantasía. La fantasía es un mundo ideal donde cada uno es superior. Si suprimes radicalmente estas fantasías e intentas hacerlo estudiar, el niño se sentirá inferior y perderá las ganas de hacer cualquier cosa.

El Espíritu de destrucción.

El espíritu de destrucción es inconsciente y natural Los niños más pequeños no tienen respeto por lo material. Solo los más grandes respetan la propiedad privada, es aquí donde se distingue la libertad del libertinaje.

Creación es igual a vida y destrucción es igual a muerte. El niño problema es la negación de la vida. Un niño se hace sádico si el odio reprimido lo expresa en forma de destrucción.

La Mentira.

El niño dice mentira por dos razones, tiene miedo al padre o lo copia. La mentira familiar tiene dos motivos: Hacer que el niño se porte bien, e impresionarlos sobre la perfección de los padres. Se puede evitar haciendo que los padres sean sinceros desde un principio.

Un niño educado en libertad no miente de forma deliberada, porque no lo necesita. No miente por protegerse, por miedo al castigo, pero se embarcará en mentiras fantasiosas, explicando historias de cosas que jamás han existido.

La Responsabilidad

A un niño no se le puede permitir que asuma responsabilidades para las cuales no esta preparado, o que tome decisiones que no le correspondan. La base de todo es el sentido común.

Los padres han de dar la responsabilidad que puedan asumir, teniendo en cuenta su seguridad física, solo así el padre desarrollara la confianza del niño por sí mismo.

La Obediencia y la Disciplina.

La obediencia ha de salir de dentro, no imponerse desde fuera. Una familia feliz tiene un gran espíritu de grupo, mientras que una familia infeliz es una casa gobernada por el odio y la disciplina, porque sus padres se sienten fracasados.

Muchos colegios someten a los niños a una disciplina militar para obtener mejor resultados, El niño se volverá antisocial con todo el mundo. En Summerhill, la disciplina se la auto imponen ellos mismos, viven libres y dejan vivir, así el odio desaparece sin utilizar disciplina.

Según Neill, un ambiente de amor sin disciplina paterna tiene que acabar con la mayor parte de las perturbaciones de la infancia.

Premios y Castigos.

Los premios son una manera de fijar la atención. Esta atención se puede fijar para hacer faenas desagradables, es así como dice Neill que funciona la educación y la sociedad actual. Trabajas sin ganas para obtener dinero.

Los castigos siempre son un acto de odio, nadie puede castigar según Neill porque nadie se puede conocer a sí mismo. Los castigos normalmente son morales, y estos crean en el niño un odio que va aumentando cada vez que se le castiga.

Los Alimentos.

Desde que un niño nace, se le acostumbra al horario de comer. El hecho de adaptarlo a un horario hace que se suprimen los valores del placer de mamar y el de sentirse libre. Si al niño lo dejas libre escogerá una dieta equilibrada y sana.

La Salud.

Neill dice que la educación en libertad influye en el crecimiento en centímetros. Opina que la buena salud que se da en estos niños es una consecuencia de la libertad, de la buena alimentación y del aire libre.

La Limpieza y la Ropa.

La limpieza aparece de forma natural. El niño no ha de estar obligado a lavarse, porque sino odiaran lavarse y eso no es higiénico.

El interés por la ropa aparece en la adolescencia, tanto por los niños como por las niñas, y se les tiene que dejar vestir como quieran, sino odiaran al padre, a la madre o a la persona que se encargue de su vestimenta.

Los juguetes.

A los niños no se les ha de decir como funciona un juguete, tiene que aprender a utilizarlo el solo.

En los mercados hay pocos juguetes creadores, en definitiva, a los niños se les dan juguetes poco originales y eso mata su espíritu creador.

El Ruido.

Los niños son muy ruidosos. Son ruidosos porque juegan a juegos ruidosos. El ruido y el juego van unidos.

Las Buenas Maneras.

Según Neill, tener buenas maneras es tener sentimientos por los otros, y por eso hace falta tener conciencia de grupo. Las buenas maneras no se pueden enseñar, porque pertenece a la inconsciencia.

Neill escribe que las buenas maneras no se tendrían que enseñar nunca, ya que por si solo el niño desarrollara su sentido común. El niño libre no es insolente.

El Dinero.

Para los niños el dinero es un símbolo de amor, y los padres inconscientemente lo saben, por eso se les da en exceso. Dar dinero en exceso es atentar contra el mundo de la fantasía del niño.

A los niños, según Neill no les interesa el futuro, solo el presente. Para un niño no significa nada tener dinero al banco.

El Humor.

En Summerhill no se hace mucho humor, pero el que se hace se hace bien. Palabras de Neill. Los alumnos de Summerhill no hacen humor critico ni satírico. Los niños tienen el mismo sentido del humor que las niñas. Neill dice que una pequeña parte del éxito de Summerhill es gracias al humor que utilizan.

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